Telarañas
Mentales es una obra donde el autor Carlos A. Sánchez V. recoge un sinnúmero de
experiencia, que tiene por fortuna dos ingredientes importantes.
Primero, las
vivencias de miles de personas que él ha entrevistado a lo largo de estos
veinticinco (25) años con un seguimiento de selección, entrenamiento y
formación, donde el recurso humano desnuda su mente y se deja ver con todas sus
carencias y virtudes.
Es
justamente aquí, en este punto, donde nace, Telarañas Mentales.
La fortaleza
de este libro es darle las herramientas al lector para que en cada una de las
palabras donde se vea reflejado, encuentre una respuesta que le ayude a
desenredar cualquier maraña que esté invadiendo su mente.
El segundo
ingrediente, es el autor. Carlos Arturo Sánchez Vargas. Desde 1.985, se inicia en
el grupo J.O.M Bogota-Colombia (gracias por sus enseñanzas). Su paso por esta
gran corporación duró más de una década y su desempeño lo llevó a ocupar
diferentes cargos, entre ellos el de director y de traslados internacionales. Entre
sus mayores experiencias está el haber trabajado y compartido con muchas
culturas latinoamericanas que contribuyeron a su formación profesional como
hombre de mercadeo, ventas y negocios.
Posteriormente
gerenció y liderizó varias empresas en
Venezuela, entre ellas Chevyplan (compra programada), de la General Motors de
Venezuela en Súper Autos Puerto Ordaz, donde obtuvo un éxito rotundo.
Hoy con su
experiencia, carisma y humildad se dedica a asesorar empresas, dictar
conferencias y a escribir.
“El problema
de los problemas, no es tener problemas,
sino, dejarse atrapar por un problema”
¡Y eso es
una telaraña mental!
Carlos
Arturo Sánchez vargas, nació en Ansermanuevo valle (Colombia), el 15 de julio
de 1964. Hijo de Alfonso Sánchez (fallecido) y Magdalena Vargas de Sánchez. Es
el quinto de siete hermanos. Estudió en la escuela Marco Fidel Suárez y en el colegio Santa Ana de Los Caballeros.
Posteriormente continúo sus estudios en Bogotá donde se especializó en
mercadeo. Ciudadano Colombo-Venezolano.
Casado con Verónica
hace 18 años. Tuvieron tres hermosos hijos. Linda del mar, Carlos Rafael y Arturo Rafael.
A Venezuela
que me ha querido y me abierto las puertas desde que llegue aquí hace más de 20
años, donde formé a mi familia, mis amigos, mis proyectos, mis alegrías y mucha
prosperidad.
Detrás de un
libro siempre hay un gran equipo de trabajo, que hace posible que este sueño
sea una realidad, igualmente en el proceso de nuestras vidas hay etapas donde
hubo personas y empresas que nos marcaron la vida, dejaron enseñanzas, me
abrieron sus brazos y me brindaron sus manos como apoyo.
A las
empresas que me abrieron sus puertas, Internacional System, Koe, Tae, BBC,
Fideliting, Washinton Collage, Business Card, Chevy Plan de la General Motors de
Venezuela (Súper Autos Puerto Ordaz), entre otras.
Telarañas
Mentales tiene como objetivo principal, ayudar al lector a concienciar, visualizar,
clasificar, sincerar y enfrentar los problemas cotidianos de la vida diaria
como personas y como profesionales.
La telaraña
mental busca inmovilizar sus capacidades, minimizar su actitud positiva, hacerlo
flaquear en la fe, fallar en la disciplina, no dejarlo actuar ni capacitarse y
mucho menos tener éxito en lo que se proponga y
ser feliz.
Cuando se
toma conciencia y se visualiza el problema (hay unos que llegan sin avisar como un zorro al acecho esperando un mínimo
descuido para mandar el zarpazo y tomar el control de tu vida) es inevitable que nos sorprendan ya que hacen
parte del mismo biorritmo que nos ofrece el universo.
La mayoría
de los problemas son predecibles y esto nos permite visualizar lo que pasa y lo
que puede pasar, permitiéndonos anticiparnos para tomar las medidas respectivas
antes de que tome cuerpo esa telaraña en su mente.
Cuando
sinceramos los problemas, es decir, determinamos que ese problema es suyo o de
otra persona (independientemente de su parentesco), ya trabajamos en la
resolución de esa telaraña mental.
Es muy común
ver como personas ajenas a un problema se involucran causando más daño y
enredando más la telaraña.
Cuando se de
cuenta que involuntariamente por ayudar a alguien se estás enredando ¡apártese!
Y deje que por naturaleza propia los verdaderos protagonistas solucionen y
punto. ¡Ya tiene otro problema menos en tu vida!
Los
problemas se clasifican de dos formas: Los que tienen solución y los que no
tienen solución.
No tenemos
la cultura para sacar un momento y darnos la tarea de clasificar los que están
a su alcance de solucionar y los que no.
Mezclamos
unos con otros y es ahí donde perdemos el control, convirtiéndolos en una maraña muy difícil de desenredar, cuando usted deber ser parte de la
solución, no del problema.
Enfrentar
los problemas es la técnica más antigua y las más aplicada en el presente para
resolver un problema.
Cuando ya
hemos aplicado los cuatro (4) elementos anteriores: Concienciar, visualizar, sincerar
y clasificar, es más fácil resolver y dar soluciones porque su energía y su tiempo los concentra en un solo punto y los
buenos resultados no se hacen esperar.
¡Todo
problema tiene solución!